Responsabilidades de un Banco Central que se respete.
El dinero es la criatura de la ley y la creación de la emisión original de dinero debe mantenerse como monopolio exclusivo de un gobierno nacional.
El dinero no posee valor para el Estado salvo el que obtiene por circulación. El capital tiene el lugar que le corresponde y tiene derecho a toda protección. El salario de las personas debe ser reconocido en la estructura y en el orden social como más importante que los salarios de dinero. Ningún deber es más imperativo para el Gobierno que el deber que se debe proporcionar al Pueblo con una moneda sólida y uniforme, y de la regulación de la circulación de este medio de intercambio de modo que se proteja el trabajo de una moneda viciosa, y el comercio se facilitará por el intercambio seguro y barato.
La oferta disponible de Oro y Plata es totalmente insuficiente para permitir la emisión de monedas de valor intrínseco o papel moneda convertible en moneda en el volumen necesario para cubrir las necesidades del Pueblo. Alguna otra base para la emisión de moneda debe desarrollarse, y algunos medios que no sean el de la convertibilidad en moneda debe ser desarrollado para prevenir la excesiva fluctuación en el valor de la moneda papel o cualquier otro sustituto por dinero de valor intrínseco que podría entrar en uso. Las necesidades monetarias de un número creciente de personas que avanzan hacia niveles más altos de vida pueden y deben ser cumplidas por el Gobierno. Tales necesidades pueden ser atendidas por la emisión de una moneda nacional y de crédito a través de la operación de un sistema bancario nacional. La circulación de un medio de intercambio emitido y respaldado por el Gobierno puede ser adecuadamente regulado y la redundancia de emisión evitada por retirar de la circulación esas cantidades que sean necesarias a través de impuestos, reintegro, y demás. El Gobierno tiene la facultad de regular la moneda y el crédito de La Nación.
El Gobierno debe respaldar su moneda y crédito y los depósitos del Banco de la Nación. Ningún individuo debería sufrir una pérdida de dinero a través de la depreciación o inflación de la moneda o de la quiebra de un banco.
El Gobierno que posee el poder de crear y emitir moneda y crédito como dinero y de disfrutar el derecho a retirar tanto la moneda como el crédito de la circulación a través de Fiscalidad, no necesita ni debe obtener préstamos a interés como medio de financiación de los trabajos gubernamentales y empresas públicas. El Gobierno debe crear, emitir, y distribuir toda moneda y crédito necesario para satisfacer la capacidad de gasto del Gobierno y el poder adquisitivo de los consumidores.
El privilegio de la creación y emisión de dinero no es sólo la suprema prerrogativa de Gobierno, sino es su más grande oportunidad creativa.
Mediante la adopción de estos principios, la larga espera por un medio uniforme será atendida. Los contribuyentes ahorrarán inmensas sumas de intereses, descuentos, y cambios. La financiación de toda empresa pública, el mantenimiento de gobierno estable y ordenado progreso, y la realización de la Tesorería se convertirán en asuntos de administración práctica. El pueblo puede ser y será servido con una moneda tan segura como su propio Gobierno. El dinero dejará de ser el amo y se convertirá en sirviente de la humanidad. La democracia se elevará superior al poder del dinero.
El dinero no posee valor para el Estado salvo el que obtiene por circulación. El capital tiene el lugar que le corresponde y tiene derecho a toda protección. El salario de las personas debe ser reconocido en la estructura y en el orden social como más importante que los salarios de dinero. Ningún deber es más imperativo para el Gobierno que el deber que se debe proporcionar al Pueblo con una moneda sólida y uniforme, y de la regulación de la circulación de este medio de intercambio de modo que se proteja el trabajo de una moneda viciosa, y el comercio se facilitará por el intercambio seguro y barato.
La oferta disponible de Oro y Plata es totalmente insuficiente para permitir la emisión de monedas de valor intrínseco o papel moneda convertible en moneda en el volumen necesario para cubrir las necesidades del Pueblo. Alguna otra base para la emisión de moneda debe desarrollarse, y algunos medios que no sean el de la convertibilidad en moneda debe ser desarrollado para prevenir la excesiva fluctuación en el valor de la moneda papel o cualquier otro sustituto por dinero de valor intrínseco que podría entrar en uso. Las necesidades monetarias de un número creciente de personas que avanzan hacia niveles más altos de vida pueden y deben ser cumplidas por el Gobierno. Tales necesidades pueden ser atendidas por la emisión de una moneda nacional y de crédito a través de la operación de un sistema bancario nacional. La circulación de un medio de intercambio emitido y respaldado por el Gobierno puede ser adecuadamente regulado y la redundancia de emisión evitada por retirar de la circulación esas cantidades que sean necesarias a través de impuestos, reintegro, y demás. El Gobierno tiene la facultad de regular la moneda y el crédito de La Nación.
El Gobierno debe respaldar su moneda y crédito y los depósitos del Banco de la Nación. Ningún individuo debería sufrir una pérdida de dinero a través de la depreciación o inflación de la moneda o de la quiebra de un banco.
El Gobierno que posee el poder de crear y emitir moneda y crédito como dinero y de disfrutar el derecho a retirar tanto la moneda como el crédito de la circulación a través de Fiscalidad, no necesita ni debe obtener préstamos a interés como medio de financiación de los trabajos gubernamentales y empresas públicas. El Gobierno debe crear, emitir, y distribuir toda moneda y crédito necesario para satisfacer la capacidad de gasto del Gobierno y el poder adquisitivo de los consumidores.
El privilegio de la creación y emisión de dinero no es sólo la suprema prerrogativa de Gobierno, sino es su más grande oportunidad creativa.
Mediante la adopción de estos principios, la larga espera por un medio uniforme será atendida. Los contribuyentes ahorrarán inmensas sumas de intereses, descuentos, y cambios. La financiación de toda empresa pública, el mantenimiento de gobierno estable y ordenado progreso, y la realización de la Tesorería se convertirán en asuntos de administración práctica. El pueblo puede ser y será servido con una moneda tan segura como su propio Gobierno. El dinero dejará de ser el amo y se convertirá en sirviente de la humanidad. La democracia se elevará superior al poder del dinero.
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